Recurra. Hijos agresores
El último límite por transgredir en una relación tormentosa de un adolescente hacia sus padres es la agresión física y psicológica.
El perfil más frecuente de la víctima de agresión es la madre soltera. En ocasiones está separada y,
si tiene una nueva pareja, esta suele estar desautorizada y se mantiene al margen de la educación aunque viva bajo el mismo techo,
un grave error puesto que cuando uno convive en una misma casa tiene el mismo derecho a quejarse y confrontar si uno de los que conviven nunca limpia.
Pero en estos casos, el no ser el padre biológico parece que lo deslegitima para todo,
como si fuera una especie de “ente abstracto” que no pinta nada.
Los agresores suelen ser adolescentes de 14 a 18 años que consumen porros y alcohol, niños evidentemente consentidos,
mimados, poseedores de derechos -no me dan el dinero que pido,
no me dejan llegar más tarde-, resabiados, contestones bajo el lema de “no me ralles”.
Obviamente, el menor no suele reconocer problema alguno, el problema es de sus padres, dicen siempre con rotundidad.
Los padres amedrentados suelen tener en común que, pese a sus moratones, no quieren denunciar al hijo por no perjudicarlo.
Aguantarán carros y carretas pero jamás acusarán a su hijo maltratador; y esta es otra de las muchas razones por la que se perpetúa el problema.
Algo común a todos los padres que han sido maltratados por sus hijos es que cuando llaman a la consulta se derrumban y,
si no es en la primera llamada, en la primera consulta reconocen casi al 100% que nunca se lo han contado a nadie puesto que se avergüenzan y,
cuando se escuchan a sí mismos diciendo que son agredidos por sus hijos, se echan a llorar.
Hay pocos centros especializados en adolescentes conflictivos en España, en mi opinión,
me quedo con el centro Recurra y con su red de profesionales a la que pertenezco.
Recurra no es un centro de reforma, es decir, los adolescentes todavía no tienen denuncias, aunque alguno las pueda tener…
Recurra es como una antesala para estos adolescentes donde tratarse y curarse antes de que sea peor.
Las cookies necesarias son absolutamente imprescindibles para que el sitio web funcione correctamente. Estas cookies garantizan las funcionalidades básicas y las características de seguridad del sitio web, de forma anónima.
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades como compartir el contenido del sitio web en las plataformas de las redes sociales, recoger opiniones y otras características de terceros.
Las cookies de rendimiento se utilizan para entender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a ofrecer una mejor experiencia de usuario a los visitantes.
Las cookies analíticas se utilizan para entender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre las métricas del número de visitantes, la tasa de rebote, la fuente de tráfico, etc.
Las cookies de publicidad se utilizan para ofrecer a los visitantes anuncios y campañas de marketing relevantes. Estas cookies rastrean a los visitantes en todos los sitios web y recopilan información para ofrecer anuncios personalizados.
Otras cookies no categorizadas son aquellas que están siendo analizadas y que aún no han sido clasificadas en una categoría.