La compulsión del dar
Vaya por delante que la generosidad es posiblemente la cualidad que más aprecie en un amigo. Pero más allá de la generosidad, hay personas que llegan al extremo; y antes de pedirlas algo, ellas ya te lo están ofreciendo, dan demasiado a los demás y en algunos casos tal despliegue tiene que ver con la dificultad para recibir. Digo esto porque curiosamente son personas que no suelen pedir ayuda, o mejor dicho, no saben o no pueden pedir ayuda por algún motivo.
En teoría de la negociación se suele decir que existe negociación si hay reciprocidad en la relación. En este caso, por muy generemos que seamos, siempre estaremos en desventaja con alguien que padece esta especie de compulsión de ofrecer, y eso te hace sentirte en deuda, una deuda que nunca se puede saldar.
O el que ofrece sin fin puede coincidir, incluso llegar a ajustarse, con una persona explotadora (aquel que dice: vamos a sacarle pasta al amigo), “abusadora”, en cuyo caso, mal asunto para el que da.
Otro aspecto fundamental es que detrás de la máscara de la generosidad se puede esconder el sentimiento de que no lo merece, lo cual sitúa a nuestra persona generosa en clara desventaja.
Pero como todo síntoma (el síntoma suele tener algo bueno y malo), no hay que olvidar que tiene una parte positiva, y es que dar hace a la persona feliz.
Y este es el debate. El altruismo puede ser generoso o interesado. Las personas de corte más interesado, yo diría que egoístas, siempre suelen decir que se ayuda por egoísmo.
Un autor (ni recuerdo el nombre) decía que hay dos tipos de altruismo. Uno es el individualismo posesivo: lo hago por mí, porque es bueno para mí, por ser imprescindible, por sentirme bien, etc. Decía Francesc Millares que “bajo el disfraz del altruismo, hay quienes ayudan a otros con el fin de recuperar el favor o fortalecer una relación más estrecha con esa persona”.
El otro es el individualismo expresivo: lo hago sin interés alguno: El voluntario que no desea nada para sí, que no le dice a nadie, no se pavonea, la ayuda económica anónima, el ofrecer su tiempo por nada a cambio, etc.
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