EL ARTE DE TIRAR COSAS
La cultura made in USA puso de moda, ya desde los 80, en sus películas habitaciones de niños y adolescentes repletas de maravillosos objetos, recordemos ET, Toy Story, Los Goonies, etc… Todos los niños del planeta veíamos esas habitaciones abarrotadas de juguetes maravillosos y gadgets de todo pelaje.
Pero este proceso de acumulación surrealista e insostenible se ha dado de bruces con cultura japonesa de la sencillez.
La princesa de nuestra historia es Marie Kondo, que un buen día, según cuenta ella misma, “experimentó un estado de conciencia de orden perfecto”, y a partir de ahí creo el Método KonMari, algo de filosofía oriental, el feng shui, en fin…
Algo está cambiando puesto que ya no se estila tanto la acumulación. Las empresas punteras de informática lo saben bien, ¿para qué guardar cosas en tu ordenador si todo lo tienes en la nube, en la red?
Hay que reconocer que los best sellers llegados desde Japón que promueven el orden y el tirar cosas van contra el síndrome de Diógenes, pero realmente sería algo verdaderamente contracultutal si también promovieran comprar con mesura y con criterios ecológicos. Se le atribuye a Sócrates decir delante de un puesto de venta: “cuántas cosas no necesito”.
La cultura de comprar objetos, regalos, etc… llega a ser asfixiante, satura. El capitalismo es lo más parecido a un drogodependiente que no tiene límites y que no puede parar, y, pide siempre más.
Otra autora, Nagasia Tatsumi, da en el clavo y nos explica cómo las personas nos boicoteamos para no tirar cosas, -puedo reutilizarlo- piensa uno, “la culpa”, y nos aconseja romper ese círculo vicioso de usar y tirar.
El sociólogo Jean Baudrillard sentenciaba que “las masas ya no son las víctimas del sistema social, sino cómplices del modelo que las enriquece a cambio de su alienación”.
Y el filosofo Daniel Ineratiri sugería en una conferencia que un signo de inteligencia en la sociedad actual es saber apartar lo innecesario, lo que nos resta multitud de tiempo. Cierto.
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