Articulo sobre Facebook y los nuevos tiempos de relaciones que establece entre las personas.
Sin duda alguna facebook y las redes sociales han venido para quedarse. En la lección inaugural de la Universidad de Deusto, curso 2009-2010 se puso el siguiente ejemplo:
La radio necesitó 38 años para alcanzar 50 millones de usuarios. La televisión 13 años. Internet, solo 4. El IPOD, 3 años.
Y Facebook consiguió 100 millones en 6 meses.
Las redes sociales son una amable traducción de nuestra actual cultura. En primer lugar, cualquier red social se mueve bajo la sospecha de que puede vulnerar fácilmente
la intimidad de las personas. A muchos, las redes sociales les provocan ciertos salpullidos, y preguntas recelosas como: ¿y quién podrá ver mis fotos?
Aunque a nadie importe mucho. Pero en realidad hace años que dejamos de tener miedo a ese gran hermano, -pese a las leyes sobre protección de datos-, tenemos cámaras que nos vigilan por todas partes,
a nuestro mail y teléfono llega “de todo,” y ya no nos sorprende demasiado sufrir tantas ingerencias.
La cuestión que urge plantear es que, más temer por nuestra intimidad lo que nos apetece realmente es estar comunicados con nuestra gente.
Ahora bien, podemos decir que eso de la intimidad es un invento un tanto moderno. “Hasta el siglo XIX, la sociedad sabía poco de la intimidad. En el mismo cuarto dormían familias enteras,
vestidas o desnudas, mayores y niños, visitantes y primos y primas, y fámulas o lacayos”, Vicente Verdú.
Es una obviedad que las redes sociales facilitan algunas cosas por ejemplo las fotos de cualquier evento pueden ser publicadas en la red, en el caso de una boda ya no tienes que ir a la tienda,
ahora puedes compartir con facilidad,
a la par que resulta más económico, todo lo que sea ahorrar hoy en día es bienvenido.
Tras esta fugaces observaciones decir que en facebook,
una persona afirma, asevera o marca, en relación únicamente a lo positivo, es decir hace un par de décadas uno
se solía afirmar en relación a lo que criticaba, uno era anti-taurino anti-algo, anti-todo, pero ahora facebook solo permite hacer clik en ME GUSTA.
Todo es, me gusta, todo gira en relación a lo positivo, así que el sistema llega a ser algo irreal, incluso medio ridículo y medio blandengue. Es decir, solo permite el deseo, el gusto propio y ajeno. Solo permite el felicitar y decirse a sí mismo o al otro que le gusta algo.
Y como es de recibo, es necesario poner algunas pegas a estas redes sociales, así que sostengo que este sistema de comunicación evita la confrontación. Lo que uno escribe se
puede suprimir en cualquier momento, así que si uno te contesta mal, o no te gusta lo que dice se puede eliminar…
Esto quiere decir que estamos ante un sistema ideal para no tener que dar la cara. Otro buen ejemplo es que no sabes quién te ha rechazado como amigo, así que nuevamente uno no tiene que dar la cara ni a la hora de borrar de la lista a un conocido o incluso amigo.
Y sin cambiar de escenario, siguiendo las modas de nuestros tiempos, podemos encontrar la opción de denunciar, hoy en día todo puede ser denunciado: sin duda se impone lo políticamente correcto, ¡Faltaría más!
¿realmente necesitamos tanta? De sobra es conocido que las personas estamos sobre-informados, así que hoy, el nuevo desafío bien podría ser, qué hacer con esa información.
Hace años se pensaba que la solución estaba en los componentes actitudinales, en desarrollar un mejor espíritu crítico,
pero al final la criba a tanta información ha sido algo tan simple como querer estar informado solo de la gente a la que quieres, y no mucho más.
Otra última variable de la que se ha hablado en estos años es el presentismo, y sin duda en la red social esto cobra su máxima expresión. Lo que hoy es una grandísima protesta
en Internet mañana será un tema olvidado, hoy por ejemplo podremos encontrar miles de críticas a Muamar el Gadafi,
dentro de dos días, el clamor habrá desaparecido. Internet funciona a un ritmo diferente, y es aquí donde creo que será vital el trabajo de los periodistas en el futuro.
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