Isla de las tentaciones
Fernando Pérez del Río
En los programas de telerrealidad las personas que han sido infieles en directo argumentan: “yo hice lo que sentía en ese momento y punto” (sic). Al parecer, expresar esa idea basta para justificar la humillación a la pareja delante de toda España.
Podríamos argüir que el “hice lo que sentía” es el grado extremo del sujeto desprovisto del equipaje que suponen “los otros” y es, por otro lado, el triunfo del instante.
Lo nuevo es que esta expresión de emociones viscerales basadas en el momento, en el instante, hipnotiza y embauca al público donde el nuevo control social es el entretenimiento. Los espectadores pasan a un estado de identificación respecto al personaje televisivo y se enganchan al qué pasará, ¿le perdonará?, etc.
En buena lógica tenemos una nueva subjetividad, donde el cuerpo de los realities es un cuerpo consumidor del presente, provisto de una piel de camaleón para cada momento.
Triunfan los personajes envueltos en un discurso circular que no tiene fin y no salen ni se proyectan al futuro como grupo, tan solo se revuelven sin sentido en el presente, “ahogados en un mar de irrelevancia”, amusing ourselves to death (entretenidos hasta la muerte), Huxley.
Por otro lado, el argumento principal es: “yo defiendo mi verdad”, convirtiéndose en un discurso atomizado y puntillista, como diría Igman Bauman, lleno de verdades contradictorias y efímeras.
Ahora somos más dependientes del instante, de la entretenida novedad, del momento de ser compatibles, como en First Dates.
La idea del amor romántico va desapareciendo al igual que se pierde el tiempo de la espera; ha desaparecido el esperar esas cartas que tardaban días en llegar. Y pasa a ser la rapidez emocional aderezada de marketing la que impregna el discurso: “hice lo que sentía en ese momento”.
La frustración de antaño por el paso del tiempo, la espera de la llegada del otro es vista como un freno, puesto que hay muchas posibilidades de encontrar hoy mismo otras opciones más rápidas y emocionantes en lo virtual.
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