La trampa de Amazon
El razonamiento parece sencillo: compro en Amazon porque es un poco más barato, porque me ahorro medio euro más que si compro en la tienda de abajo. Este razonamiento, en principio sagaz, como veremos, es un arma de doble filo.
Pongamos por ejemplo que compras algo por internet por medio euro menos, un aparato que podrías conseguir en la tienda de abajo. Y de tal guisa, con el tiempo, el comercio que tienes debajo de tu casa acaba cerrando.
Uno de los debates en urbanismo es el modelo de ciudad; vemos que avanza un modelo anglosajón de adosados, muy poco ecológico, donde se precisa el coche para ir al centro de la ciudad para todo, modelo contrapuesto a la ciudad policéntrica, esto es, aquella en la que se intenta crear un centro en cada barrio, lo cual implica que no tengas que coger el coche para comprar el pan.
Salvando las distancias, Amazon es una de las muchas consecuencias del modelo de ciudad americano, donde hay que llevar el paquete con rapidez y sin mucho pensar al lejano adosado.
Y como todos sabemos, si se deja de invertir en los negocios locales, estos se vendrán abajo, cerrarán sus puertas y, finalmente, tendrás que coger el coche para ir a comprar el pan a ese único centro de la ciudad.
Por otro lado, si se compra por internet frente al modelo de barrio, y las tiendas sigilosamente van cerrando sus puertas, no está demás recordar que los pisos, en pocos año, valdrán mucho menos en esas zonas, puesto que una vivienda insertada en un barrio bullicioso, comercial y con vida vale más que un piso en un barrio fantasma donde solo llega un ciclomensajero exhausto, un mal pagado repartidor que no suele tener contrato laboral, a quien no le ampara ningún convenio sectorial como antaño y tiene que cruzar los dedos para no tener un accidente, pues él mismo tendrá que correr con los gastos; esto forma parte de lo que se llama la gig economy (economía de los recados).
Un amigo, a la hora de tomar café, me decía que hay que ir cada vez a un bar diferente y me recordaba que distribuir la riqueza es una herramienta muy positiva contra la desigualdad.
Las cookies necesarias son absolutamente imprescindibles para que el sitio web funcione correctamente. Estas cookies garantizan las funcionalidades básicas y las características de seguridad del sitio web, de forma anónima.
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades como compartir el contenido del sitio web en las plataformas de las redes sociales, recoger opiniones y otras características de terceros.
Las cookies de rendimiento se utilizan para entender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a ofrecer una mejor experiencia de usuario a los visitantes.
Las cookies analíticas se utilizan para entender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre las métricas del número de visitantes, la tasa de rebote, la fuente de tráfico, etc.
Las cookies de publicidad se utilizan para ofrecer a los visitantes anuncios y campañas de marketing relevantes. Estas cookies rastrean a los visitantes en todos los sitios web y recopilan información para ofrecer anuncios personalizados.
Otras cookies no categorizadas son aquellas que están siendo analizadas y que aún no han sido clasificadas en una categoría.